Hacer una crítica a un artista como Steve Vai desde la
posición de un humilde músico como soy, no es nada fácil sin caer en el
endiosamiento fanático ni en la crítica ramplona de cual o tal ropa o
movimiento hizo.
En este hombre se dan varias coincidencias que raras veces
se dan un músico, por eso es quien es, virtuosismo,
musicalidad, disciplina, ritmo a raudales y una creatividad fuera de lo común.
Todo eso hace un artista grande que supera todos los tiempos donde vivimos y se
va mas allá, a la espera de que podamos comprender que es lo que hace y por qué
lo hace.
En una master class que tuvimos la oportunidad de estar de
oyentes decía "No toquéis lo que no podáis silvar o cantar, el solo ha de ser una melodía cantada" a eso me refiero, a esa capacidad de poder tocar lo que
piensa. A todos los músicos en la soledad de la noche se nos ocurren melodías
imposibles, pero claro al otro día
cuando te levantas, el problema es poder tocarlo, y esto es lo que hace Vai,
toca lo que piensa y además con una soltura insultante.
La noche no era de fiar ya que amenazaba lluvia, de hecho
las miradas al cielo fueron constantes , programado para las 21:30 con cinco
minutos de cortesía se oyó un saludo guitarrístico a modo de Yankee Rose que
hizo que todos los teléfonos
contaminaran la oscuridad con sus pantallas, apareció el maestro
ataviado con sus extrañas ropas serpenteando hasta en centro del escenario para
empezar la Rockera "Racing The World", que
hizo que la gente empezase a mover pies y cabeza, pero duró poco.
A medida que
avanzaba el concierto el personal prefería ver y escuchar más que estar dando
saltos, (soy de la opinión que a este señor hay que verlo sentado) de hecho, el
día anterior tuve la oportunidad de ver en la misma plaza a Vicente Amigo
sentado y la verdad se está mejor para este tipo de conciertos tan largos. "Velorum"
fue la siguiente donde la melodía te traspasa al viejo oeste, seguida de
una intro, acometió "Building The Church"
con ese principio tan brillante y espectacular, ahí es donde eché de menos los
dos violines haciendo las segundas voces por terceras y octavas ,"Tender Surrender", espectacular tema en
el que se acuerda de los Jazz y bluesman
con un sonidazo de guitarra que los Clean te movían el flequillo y donde
Vai se siente tan a gusto que parece que no quiere terminarlo. "Gravity Storm" en el que saca una Ibanez
preciosa roja y blanca floreada con un sonido vintage y octavado en todo el
tema, dan ganas de coger una moto y viajar con ese tema en los cascos, recordando
por momentos a Iron Butterfly en "In A Gadda
Da Vida". Es el momento de los pocos en que aparece Dave Weiner, con un solo
de guitarra acústica afinada en DADGAD ,no es que tenga que estar todo el
tiempo delante pero por lo menos que suene algo más… ya se queda bastante detrás
en la mezcla.
"Whispering China" con
otra guitarra espectacular te hace caminar de nuevo por quintas y con un dominio
absoluto sobre los delays, maravilla de tema. Es el momento de jugar con el
público a modo de cantante haciendo que la gente reproduzca lo que él hace con
la guitarra, vamos misión imposible… toca "The
Aucience Is Listening" volviendo locos a todos los guitarristas y bajistas
con escalas imposibles, es seguido por una ráfaga de temas como "Rescue
Me", "Sister", "Treasure Island" donde aparece Jeremy Colson con una seudo-batería colgante de sus hombros y se marcan un tema
espectacular, se versiona a sí mismo con la Franzapiana "Salamanders"
en acústico, "Pusa Road"… Entonces es
el momento de Jeremy a la batería que sin desmerecer para nada lo que hace, que
es espectacular… Hay que decir que es la 4ª vez que lo veo y siempre es el
mismo solo, no deja de ser una maravilla, o digamos que es un tema de batería.
"The Ultra Zone" como si un robot de
maquinitas de los años ochenta se tratase aparece Vai con leds de todos los
colores por todo el cuerpo, este tema es de los que uno se dice "¡¿Qué carajo
está tocando este tío, qué cabeza piensa un tema así?!". Pues sí, Vai lo piensa y
lo toca, para envidia del resto de los mortales. "Frank" homenaje a su maestro en el que para mí, es el tema que menos
se parece a Frank Zappa, curiosidades de la vida, porque de él tiene casi los
andares.
Ahora hace un tema en el que
sube a un par de personas, juega con ellas y bla bla bla… Nada interesante,
salvo para el que sube y puede contarlo y hacen un guiño a su amigo Satriani y
por fin la más esperada casi por la mayoría "For
The Love Of God" tema insignia de sus
conciertos, donde me imagino que tendrá que improvisar cada noche para no
aburrirse de tocarlo tantas veces, con esto no quiero decir que no sea un gran
tema, de hecho es la marca Vai y el que le lanzó a la fama.
Después de un final
lleno de virtuosismo y retirarse a los camerinos, salió de nuevo para
brindarnos la Pat Methenyana "Tarus Bulba", en definitiva, ver a Vai es
imprescindible para cualquier persona que le guste este invento del Rock pero
para un músico es obligatorio.
El concierto para mí,
fue espectacular, no me gustó el sonido demasiado y no porque estuviese mal, pero
las mezclas no me convencieron, no siempre es a gusto de todos pero artista de
pies a cabeza sí que los es y de los grandes.
Texto: Fali Pippió
Fotos: Débora Bretones
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