FESTIVAL LAGO DE BORNOS 2009

Un par de días antes de este concierto Pako y Juanfer me descubrieron su existencia y el cartel de este año, en cuanto me dijeron que iban Focus yo no podía dar crédito, una de mis bandas favoritas aquí al lado y junto a las leyendas del Rock Andaluz Mezquita. Desde el primer momento dije que iba a ir, fuera acompañado o tuviera que irme solo y aunque me perdiera el Piorno Rock (al que tenía tantas ganas de ir). Al día siguiente preparé todo para que me cuadraran los horarios de tren y autobuses y lo dejé todo listo para salir el Sábado a primera hora camino a Bornos, eso sí, yendo solo y a la aventura, sin conocer a nadie y sin sitio donde caerme muerto al acabar el concierto, pero las ganas de ver a Focus eran más grandes que todo eso.

A las 7:15 de la mañana, después de haber dormido solamente dos horas, cogí el tren de Granada hasta Ronda, y al llegar a mi destino se me vino el mundo encima, llovía y estaba totalmente nublado. Obviamente se me vino a la mente que se cancelara el festival, ya que (como sospechaba) era al aire libre. Maldiciendo mi suerte y sin dejar de mirar al cielo estuve unas horas paseando por Ronda haciendo tiempo para coger el autobús que me dejaba en Bornos, y todo esto sin parar de llamar por teléfono a la Oficina de turismo de Bornos para que me dijeran que tiempo hacía allí y si habría o no concierto, y no me cogieron en toda la mañana.

"Enanoide" en el Tajo de Ronda

Total, cogí el autobús hasta Bornos y en el camino el tiempo afortunadamente iba mejorando, tanto que al llegar al pueblo, a eso de las tres y pico de la tarde, hacía un sol de puta madre (aunque allí también había llovido por la mañana). Nada más llegar fui a ver si quedaban entradas anticipadas, pero por desgracia ya las habían retirado, por lo que me tocaba comprarla en taquilla. Tras tantear un poco el pueblo, ver el recinto donde se haría el concierto, y hablar con el hombre que estaba montando la barra, me informé de donde podía comer barato y echar la tarde (de bares, obviamente). Así que me fuí a llenar el estómago a un Bar donde comí por cuatro duros y conocí a las primeras personas del pueblo, gente cojonuda y con los que estuve allí hablando de la historia del festival y varios asuntos.

Después de comer y sin saber muy bien que hacer, no me quedó más remedio que buscar un bar donde tomarme un aperitivo y empezar a llenar el buche de alpiste. Me fui a uno que me recomendaron y allí me tomé la primera y estuve hablando con el camarero también del concierto y tal, y el tio bastante amable me puso Imán y estuve allí charlando con él un rato mientras hacía tiempo. Al terminar allí me dirigí a la zona del concierto, donde escuché desde fuera que Focus estaban haciendo las pruebas de sonido dentro del recinto. Lógicamente me asomé a la puerta con la intención de verlos desde fuera y qué sorpresa la mía cuando vi que se podía entrar sin problema a verlos.

Con los organizadores del "Sarao"

Allí dentro habría unas veintitantas personas, y yo estaba viendo a uno de mis ídolos a solo unos metros. Estaban probando con la canción de su último disco "Aya-Yuppie-Hippie-Yee", y ya se presagiaba un gran sonido para el concierto, y también que Van Leer no llevaba un Hammond (aunque sonaba muy parecido). Aunque solo fuera una prueba de sonido, me emocionó muchísimo escuchar prácticamente sin nadie a mi alrededor esta canción junto a mi canción favorita del grupo "Focus III" y el himno “House of the King” de su primer disco, donde el grandioso Thijs Van Leer (líder de la banda) ya empezó a animarnos a hacer palmas.

Prueba de sonido de Focus.

Al terminar la prueba, me acerqué a la zona de donde bajaban para sacarme una foto con Thijs y hablar con él. Al decírselo se mostró muy simpático y amable (como yo me imaginaba que sería su carácter), me dijo que me había visto grabar las canciones, y le dije lo especial que era para mí Focus y lo que lo admiraba personalmente.

Enanoide con Thijs

Cuando terminé de hablar con él me puse a charlar con tres puretillas que estaban allí, gente de puta madre que me comentaban como veían el panorama musical ahora y lo que habían cambiado los cosas, a la vez que me agradecían que siendo tan joven me interesara por festivales así y fuera desde Granada. Total, que me dijeron que me fuera con ellos a tomar algo, y como es de bien nacido ser agradecido, pues me fui. Allí estuvimos en un bar mientras me comentaban como estaban las cosas por el pueblo en los años ochenta, cuando fueron Obús, etc.

A las siete y algo me volví a ir para el recinto para comprar mi entrada, y como no tenía nada más que hacer me dispuse a practicar el deporte olímpico Metalmancho, a saber, pegarse a la barra a beber y hablar con las camareras (muy majas por cierto). Por allí andaban también Mezquita y algunos de los organizadores del festival con los que me puse a hablar, muy amables y buena gente (que hasta me invitaron). Uno de ellos se acercó y nos dijo que Thijs Van Leer iba a tocar la flauta dentro de la iglesia (que estaba al lado del festival), naturalmente eso tenía que verlo yo, y junto a dos o tres personas más nos metimos en la casa del señor, donde el carismático Thijs estaba al fondo mirando la misa, mientras tanto estuve unos momentos hablando con él de sus proyectos musicales. Cuando se fue todo el mundo, creo que solo yo y otro hombre presenciamos un momento bastante simpático: Thijs cogió su flauta y andando despacio mientras tocaba una preciosa canción religiosa se acercaba al altar, rápidamente vino el cura desde atrás sofocado, se le puso delante y empezó a hacerle bruscos gestos para que parase de tocar, a los que el holandés asentía parsimonioso sin parar de tocar, aumentando así el cabreo del párroco, hasta que unos segundos después terminó la canción. Se vino para donde yo estaba a guardar la flauta en la funda, y riéndose me señalaba al cura y me hacía el gesto de cortar el cuello. Un momento muy grande.

Bobby Jacobs y Niels Steenhoven arropando a nuestro "Enanoide"

Al salir de la iglesia me encontré al bajista de los holandeses Bobby Jacobs y al guitarrista Niels Steenhoven, les dije cuatro cosas y me eché una foto con ellos. Steenhoven con solo 29 años es un auténtico animal de la guitarra, solo un as de las seis cuerdas podría conquistar el puesto que en su día ocupara el legendario Jan Akkerman. Según escuché comentar a organizadores del festival, el propio Thijs dijo en “petit comité” que él había tocado con Akkerman, Santana y otros míticos guitarristas, pero que este chaval le daba miedo. Y es que el muchacho es todo un artista, se ha acoplado muy bien al grupo y no desentona para nada interpretando los clásicos de la banda. En estos momentos comentaban por allí que el batería Pierre Van Den Linden, el que ya en las pruebas de sonido me dio impresión de ser un tipo bastante peculiar, se había ido solo a explorar los montes de por allí, se metió por un camino y nadie sabía donde estaba, un auténtico figura, y es que como dicen en la película Stillcrazy “...Si es cierto que los hombres son de Marte y las mujeres de Venus, entonces los baterías son de Plutón...”.

Para hacer un poco más de tiempo volví a la barra que habilitaron a tomarme los últimos cubatas y cenar mientras seguía socializándome con el personal. Los primeros en tocar eran Marujita, un grupo que según me comentaron estaba formado por músicos catalanes y una cantante de Bornos, pero me dijeron que eran un rollo de Flamenco-Fusión que la verdad no me atraía demasiado, así que me quedé fuera a lo mío. Antes de empezar Focus, a eso de las once y pico si mal no recuerdo, me dijeron que Thijs Van Leer se había subido a tocar con Marujita unas Bulerías con la flauta, el único motivo por el que me arrepentí de no haberle prestado atención al grupo.

Al fin llegó el momento que más esperaba, entré al recinto mientras los componentes de Focus estaban probando el sonido antes de empezar. El sitio a pesar de no ser muy grande era precioso, un palacio del S.XVI que con los focos se veía muy bonito. Pero la cantidad de gente era bastante lamentable, yo no me puedo explicar como van solo unas 400 personas a ver a una de las bandas más míticas de Rock de los últimos tiempos tocando junto con una reunión de uno de los abanderados del Rock Andaluz, me da mucha pena por los organizadores, que luchan por sacar un festival tan cojonudo adelante y luego se encuentran con tan poca asistencia.

Me coloqué en las primeras filas y empezó el concierto, con un sonido muy bueno y una iluminación bastante acertada. El tema elegido para abrir el mágico show de los holandeses si mal no recuerdo no lo conocía, pero enseguida empezaron a descargar sus clásicos de Moving Waves, Focus 3 y “Hamburguer Concerto (la mayoría del concierto se basó en estos tres álbumes), canciones como la mítica y preciosa "Sylvia", la genial "Focus III" o el ya citado himno “House of the King” de su primer disco, tema muy animado que mueve mucho a la gente y en el que Thijs basa su intervención en la flauta. Estos temas se intercalaron con alguno más nuevo como “Aya-Yuppie-Hippie-Yee” (también de los más cañeros), la única que tocaron de su último disco (cosa que deberían hacer muchísimas bandas).

Focus en acción

Entretanto hubo tiempo para grandes solos de flauta, guitarra (que enorme es Steenhoven por dios), y demás, y como no, para las excentricidades de Van Leer, que era el que animaba más al público, ya que al resto de músicos si hubiera que ponerles una pega sería que se les vio tímidos, les faltó ánimo e ímpetu a la hora de animar en lo que a aspectos externos a la música se refiere, algo en lo que Mezquita considero que ganó a Focus, más que nada supongo que por ser de aquí y por supuesto por hacer una música más propicia para estas cosas.

Como ya me habían dicho antes, un gran punto a favor de Focus es que en directo tocan la estupenda “Eruption”, la canción larga del Moving Waves. Veintitrés minutos de lo más progresivo que tienen los holandeses, y que naturalmente en directo es una gozada disfrutar, con cambios de ritmo bastante llamativos, y donde estos cuatro ases se lucen de manera gloriosa.

Uno de los momentos más álgidos de la noche llegó cuando un precioso y pausado solo de flauta (yo ya sabía lo que se venía encima porque es la misma entrada que hacen últimamente) introducía el himno sin duda más conocido de los holandeses, la mítica “Hocus Pocus”. Una auténtica descarga de potencia y de fuerza que nos hizo vibrar a todos, como ya he dicho los músicos “nuevos” se adecúan a la perfección a los clásicos de la banda, y esta canción no fue una excepción, si bien es lógico que Van Leer a sus 61 años y con tanta carretera a la espalda ya no llegue a los exagerados falsetes de este tema ni a hacer los cantos tiroleses igual que a principio de los setenta, pero para eso estábamos el público, para corear el estribillo de este auténtico trallazo que marcó época. Como suelen hacer la alargaron bastante, con la presentación de los músicos, solos (de Pierre Van Den Linden por lo menos), y demás.

Creo recordar que tras esta canción se marcharon, a lo que el público pedimos que nos deleitaran con algunos minutos más, como lógicamente hicieron. No recuerdo cuales fueron las elegidas, la última estoy seguro de que fue “Brothers” de su Focus 8, que a pesar de ser una bonita canción no es propia para cerrar el concierto, por ser demasiado lenta y no dejar al público arriba, además de no ser uno de sus clásicos (lo idóneo habría sido acabar con “Hocus Pocus”). La penúltima canción no recuerdo cual fue, no sé si “De ti o de mi”, una bonita pero también tranquila composición del bajista Bobby Jacobs (aunque juraría que esta canción la tocaron antes).

En resumen, el concierto de Focus fue una auténtica maravilla, al menos para mí que soy bastante fanático del grupo. Una ejecución perfecta con un gran sonido, Van Leer en su onda (tal y como me esperaba), unos músicos de excepción que no fallaban una, una lección de profesionalidad sobre un escenario que da gusto ver, y más cuando las notas que suenan te han transmitido tanto escuchándolas en montones de situaciones. Desplegaron un buen set-list, basado en sus clásicos, en el que casi todas las canciones más grandes de su discografía estuvieron presentes, aunque eché de menos por ejemplo la preciosa “La cathedrále d’Estrasbourg”, que unos meses antes la incluyeron en el set list del Gouveia Rock Art (Portugal), y que fue uno de los pocos cambios que hicieron con respecto al de Bornos. Un concierto que nunca olvidaré.

Aquí podéis ver un video realizado por la gente del festival en el que se ven fragmentos de varias canciones de Focus con un sonido y una calidad excelentes:

Después de semejante éxtasis salí un momento a hablar con gente antes de que llegara el turno de los cordobeses Mezquita, unas leyendas vivas (¡y tan vivas!) del Rock Andaluz. Al entrar me volví a colocar en las primeras filas, dispuesto a ver a esta gran banda de la que sinceramente esperaba ver un buen concierto. Mis expectativas no acertaron, se quedaron cortas, tuvieron un sonido impecable, no fallaron una nota, una coordinación estupenda, y todo acompañado de una presencia y unas tablas en el escenario increíbles, y tengamos en cuenta que se trataba de una reunión. Realmente me dejaron boquiabierto.

Abrieron el concierto si mal no recuerdo con un fragmento de la primera canción de su primer disco “Recuerdos de mi tierra” que enlazaron con “Ara buza”, aunque pasada la mitad del concierto tocaron Recuerdos de mi tierra entera, una auténtica gozada. De este primer LP juraría que tocaron todas las canciones menos la instrumental “Obertura en Si bemol”. Las fantásticas “El bizco de los patios”, “Desde que somos dos” (en la que el papel del violín lo hacía Jose Rafa con la guitarra), y “El suicidio” dejaron claro ese aroma árabe tan patente en Mezquita y el sonido más progresivo de este primer trabajo, que en ocasiones llega a unos puntos de enrevesamiento que parecen imposibles, realmente unas composiciones acojonantes, por lo visto ellos mismos decían por allí que no se explicaban como podían haber creado eso en su día.

El set list fue entremezclado entre los dos discos de los cordobeses, de su segundo trabajo Califas del Rock (un rollo más Medina Azahara, que también me recuerda mucho a Alameda), tocaron “Cuentos árabes”, “Así soy yo”, la preciosa “Aguas del Guadalquivir”, “Mente de mi subconsciente”, cuyo coro cantamos todo el público, “La montaña, la ciudad”, y cerraron antes de los bises con la idónea (por la letra) “Resaca del amanecer”.

El trabajo de los cuatro músicos fue perfecto, Jose Rafa me sorprendió mucho, otro guitarrista de categoría, unos solos espectaculares y una presencia fantástica en el escenario, no paraba de moverse, bailar y animar al público, el teclista Rosca es otro auténtico fiera, al igual que el batería y Randy López. Las voces se las repartieron entre Jose Rafa y Randy (más o menos mitad y mitad diría yo), y aun gustándome los dos prefiero al último, me encanta la voz que tiene, y clavaba los discos, una maravilla. Como ya digo la implicación de Mezquita con el público fue uno de sus puntos fuertes, así como su espectacular sonido (y más para ser una reunión, insisto). Tengamos en cuenta además que en sus dos discos se escucha guitarra española, percusión, saxofón, sonido de violín, etc. Y en directo con solo una guitarra eléctrica, bajo, batería y teclados subsanaron este problema sin ninguna dificultad, adaptando a la perfección las canciones.

Después de agradecer en varias ocasiones a los asistentes y a los organizadores del festival se marcharon tras “La resaca del amanecer”. Volvieron para regalarnos dos canciones más, pero estas ya no eran de sus discos, eran nuevas composiciones, una de las cuales no me llamó tanto la atención, pero la otra, basada en “Bodas de sangre” de Lorca me gustó mucho. Y así se despidieron estos abanderados del Rock Andaluz, dejándonos a todos con un fantástico sabor de boca y poniendo un broche de oro al festival.

Como ya me había ofrecido antes el propietario de Discos Pat, un tío excelente al que conozco de la tienda, me iba a ir con ellos en coche para Málaga (me salvaron la vida, miles de gracias les doy). Así que mientras él y sus compañeros desmontaban el puesto de discos que habían traído al festival, fui y me tomé el último cubata mientras charlaba con algunas de las personas que conocí por allí. Al poco rato, cuando terminaron, me fui con ellos en coche hasta Málaga, que llegamos sobre las seis y pico o siete de la mañana creo, y ya de allí me cogí el autobús hasta Granada, a donde llegué hecho polvo pero extremadamente contento.

Para terminar esta crónica de mi inolvidable aventura, agradecer antes de nada a los organizadores del Festival Lago de Bornos, un ejemplo a seguir de lucha por nuestro Rock, que además son gente cojonuda, al igual que todas las personas a las que conocí en el pueblo. Ha sido una experiencia fantástica para mí, y desde luego a partir de ahora estaré allí todos los años que me sea posible (si no había ido antes es porque no conocía el festival). Un día que nunca olvidaré ya que como dicen Mezquita "... Hacía tiempo que no me encontraba así y me siento con ganas de repetir, y sentir otra vez la resaca del amanecer...", y por supuesto, haciendo mías las palabras de “La cathedrále d’Estrasbourg” de Focus, cuando me acuerde del Lago de Bornos ’09 "...La nostalgia se despertará...".

Texto y Fotos:"Enanoide From Hell"